Una camilla es un aparato o utensilio de medicina utilizado para transportar de un lugar a otro a un herido o para atender a un paciente enfermo en una consulta médica.
Son un mobiliario clínico habitual en centros de masaje y de estética, en centros médicos y de recuperación y en ambulancias y puestos de socorro. Existen diferentes tipos según su objetivo, pudiendo ser plegables de madera o de aluminio, camillas fijas, camillas eléctricas, camillas de rescate, camillas de ambulancia, etc…
Las camillas de urgencias están destinadas al uso en hospitales para facilitar los desplazamientos en la unidad de urgencias y simplificar el traslado del paciente de cualquier aparato de diagnóstico.
Las camillas de traslados son un modelo que incorporan chasis, para la realización de radiografías, también pueden incluir portasueros, que se instalan en los laterales, ya que llevan unos agujeros en los largueros para introducirlos. Y lleva vallas laterales escamoteables y portabalas de oxígeno.
El traslado del paciente de cama a camilla se realizará siempre desplazando la misma desde la parte trasera para ver en todo momento al paciente. No se seguirá esta recomendación cuando el paciente vaya monitorizado y el monitor colocado en la parte de atrás.
-Situarse para realizar el traslado de manera que una de las personas se sitúe en el cabecero de la camilla, otro a los pies del paciente y una tercera, si la hubiese, en el centro de la cama, en el lateral opuesto a la camilla.
-Colocar los brazos del paciente de forma que no oscilen durante el traslado.
-Coger la sabana de la camilla por los extremos, lo más cerca posible del cuerpo del paciente.
-La persona colocada en el lateral opuesto a la camilla debe flexionar una rodilla colocándole en la cama y con un movimiento simultaneo y enérgico todas las personas, hacer el traslado.
-Retirar la sábana empleada en el traslado.