Publicado el : 03/05/2023 10:54:59
Categorías : Grandes inventos para la salud , Últimas noticias
La transferencia de pacientes es una tarea crítica y delicada que puede ser difícil y peligrosa tanto para el paciente como para el personal médico. Por lo tanto, es esencial que se realice de manera segura y eficiente. Una herramienta útil para la transferencia de pacientes es la grúa, que puede ser utilizada para trasladar a pacientes con problemas de movilidad, discapacidad o limitaciones físicas. En este artículo repasamos cómo utilizar una grúa para estos casos y los diferentes tipos que existen en el mercado.
Antes de utilizar este aparato es importante que se realice una evaluación del paciente para determinar si es seguro utilizar una grúa para su transferencia. También es esencial que el personal médico sepa cómo utilizar correctamente este instrumento con el fin de evitar lesiones tanto para el paciente como para el propio profesional sanitario.
El uso correcto de la grúa comienza con la elección del modelo adecuado para el caso en cuestión. Debe valorarse una capacidad de peso suficiente para el paciente, y la altura y el alcance adecuados para facilitar la tarea en la medida de lo posible.
Antes de utilizar la grúa, conviene asegurarse de que esté en buenas condiciones, con las baterías cargadas y todas las piezas seguras y en su lugar. También es importante que se ajusten las correas y las almohadillas para afianzar la comodidad y la seguridad del usuario durante el traslado.
Una vez comprobados todos estos pasos, ya se puede proceder a la transferencia. Primero, se debe colocar el arnés en el paciente, asegurándose de que esté correctamente ajustado y permanezca cómodo. Luego, se coloca la grúa en posición sobre el paciente y se engancha el arnés. Una vez asegurado se puede proceder a levantar al paciente y moverlo a su destino con cuidado.
Existen varios tipos de grúas disponibles en el mercado, cada una con diferentes características y capacidades. Algunos de los modelos más comunes son:
En definitiva, se trata de una herramienta médica muy apropiada para casos en los que se requiere de un gran esfuerzo para movilizar a pacientes enfermos o impedidos. Sin embargo, siempre es importante consultar su uso con el equipo sanitario para evitar mayores problemas en el usuario.