Publicado el : 01/02/2023 08:44:24
Categorías : Salud y calidad de vida
Un baño accesible es esencial para las personas con movilidad reducida, ya que les permite realizar actividades diarias de manera segura y autónoma. Sin embargo, no todos los baños o aseos disponen de la calidad y consideración necesarias para acoger una silla de ruedas o un andador, por ejemplor. En este artículo desglosamos algunos de los elementos más importantes a tener en cuenta en el momento de diseñar una estancia de estas características:
Accesibilidad: Un baño destinado al uso de personas con movilidad reducida debe tener puertas amplias principalmente y una rampa si es necesario. Además, el suelo debe ser de material antideslizante para evitar posibles accidentes.
Adaptación de los muebles: Es importante también tener muebles bajos y ajustables en altura para que la persona pueda sentarse y levantarse fácilmente. Esto incluye el propio lavabo y el espejo, entre otros. También es útil tener barras de apoyo tanto en la ducha como en el inodoro.
Anchura: La anchura de la estancia debe ser suficiente para permitir la circulación de una silla de ruedas. Por tanto, la silla debe poder girar sin obstáculos y tener un espacio adicional para las maniobras.
Iluminación: La iluminación debe ser suficiente y estar bien distribuida para evitar sombras y que la persona en cuestión pueda distinguir claramente todos los elementos del baño.
Duchas: Es importante tener una ducha a ras de suelo o con una rampa para facilitar el acceso. Las duchas con puertas corredizas son ideales para las personas con movilidad reducida. Además, existen toda clase de taburetes y sillas resistentes al agua que ayudan en esta tarea y que puedes encontrar en el catálogo de productos de Queraltó.
Inodoro: Un inodoro ajustable en altura y con barras asideras de apoyo es fundamental. Es recomendable tener un asiento de inodoro elevado para una mayor comodidad.
Grifos: Los grifos deben ser accesibles y ajustables en altura para una sencilla manipulación por parte de los usuarios.
En conclusión, un baño correctamente adaptado para personas con movilidad reducida ha de tener una combinación de elementos que promuevan la seguridad, la comodidad y la autonomía. Un diseño cuidadoso y la selección de las piezas adecuadas son clave para lograr un aseo que se adapte a las necesidades de cada individuo.