Todas las
Categorías
Menú
Desde 1898 a su servicio
Quiénes somos
Dentro de nuestra categoría de deportes y rehabilitación tenemos una categoría especializada en órtesis de rodilla y tobillo que incluye productos como tobilleras estabilizadoras, vendajes en tobillo, rodilleras elásticas, pantorrilleras, cinchas y cinchas rotulianas.
Nuestras tobilleras estabilizadoras son perfectas para proporcion...
Dentro de nuestra categoría de deportes y rehabilitación tenemos una categoría especializada en órtesis de rodilla y tobillo que incluye productos como tobilleras estabilizadoras, vendajes en tobillo, rodilleras elásticas, pantorrilleras, cinchas y cinchas rotulianas.
Nuestras tobilleras estabilizadoras son perfectas para proporcionar un soporte adicional a tus tobillos durante la práctica deportiva o en situaciones de rehabilitación. Son ideales para prevenir torceduras y esguinces, y ofrecen una estabilización eficaz para tus articulaciones del tobillo.
Si necesitas un vendaje en tobillo, también tenemos opciones disponibles en nuestra categoría de órtesis de rodilla y tobillo. Nuestros vendajes en tobillo ofrecen compresión y soporte ajustable, lo que te permite personalizar el nivel de apoyo que necesitas.
Para aquellos que buscan una solución específica para la rodilla, nuestras rodilleras elásticas son una excelente opción. Proporcionan compresión y soporte a la articulación de la rodilla, lo que ayuda a aliviar el dolor y reducir la inflamación en casos de lesiones o condiciones crónicas.
Además, también ofrecemos pantorrilleras que son ideales para personas que necesitan compresión en la pantorrilla debido a lesiones musculares, calambres o problemas circulatorios.
Si buscas una cincha rotuliana para el alivio de dolores en la rodilla, también tenemos opciones disponibles. Nuestras cinchas rotulianas ofrecen compresión y estabilidad en la zona de la rótula, lo que ayuda a reducir el dolor y la inflamación en casos de tendinitis rotuliana u otras afecciones de la rodilla.
Una rodillera estabilizadora es un tipo de soporte ortopédico que se utiliza para ayudar a estabilizar la articulación de la rodilla y prevenir lesiones o apoyar la recuperación después de una lesión en la rodilla. Está diseñada para limitar el movimiento lateral de la rodilla, reducir el riesgo de torceduras o lesiones y proporcionar soporte adicional para la articulación de la rodilla.
Suelen estar hechas de materiales resistentes y elásticos, como neopreno o nylon, y tienen refuerzos adicionales en las áreas clave alrededor de la rodilla. También pueden tener varillas o soportes metálicos para proporcionar una mayor estabilidad y protección.
Una rodillera estabilizadora se puede usar en una variedad de situaciones, como para prevenir lesiones, proteger una rodilla lesionada y ayudar en la recuperación después de una lesión o cirugía.
Algunas situaciones específicas en las que se puede recomendar son:
- Lesiones de ligamentos: puede ayudar a proteger los ligamentos de la rodilla después de una lesión, como una lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) o una lesión del ligamento colateral medial (LCM) o lateral (LCL).
- Lesiones de menisco: puede ayudar a proteger el menisco después de una lesión y reducir el dolor y la inflamación.
- Recuperación después de una cirugía de rodilla: suele ser recomendada por un médico para ayudar en la recuperación después de una cirugía de rodilla.
- Prevención de lesiones: se usa para prevenir lesiones al proporcionar estabilidad adicional a la articulación de la rodilla durante actividades deportivas o físicas intensas.
Una rodillera de compresión funciona aplicando una presión uniforme alrededor de la rodilla y la pierna. La compresión ayuda a reducir la inflamación, mejora la circulación sanguínea y reduce la sensación de dolor en la rodilla. Además, proporciona soporte y estabilización a la rodilla, lo que puede ayudar a prevenir lesiones y mejorar la recuperación de lesiones existentes.
Al aplicar una compresión constante en la rodilla, la rodillera reduce el espacio para la acumulación de líquido y el edema, lo que reduce la inflamación y el dolor. También ayuda a mantener la articulación alineada y estabilizada, lo que puede prevenir la hiperextensión o el movimiento excesivo de la rodilla.
Las rodilleras de compresión suelen estar hechas de materiales elásticos y transpirables, como el neopreno, y pueden ser ajustables para proporcionar una compresión personalizada y un ajuste cómodo.
La elección de una rodillera para lesiones de ligamentos depende del tipo y la gravedad de la lesión, así como de las necesidades y preferencias individuales del usuario. En general, hay dos tipos de rodilleras recomendadas para lesiones de ligamentos:
- Rodilleras con refuerzo lateral: Estas tienen refuerzos en los lados para brindar soporte y estabilidad adicional a los ligamentos laterales de la rodilla. Son recomendadas para lesiones de ligamento lateral como los esguinces de grado 1 o 2.
- Rodilleras de sujeción cruzada o cruceta: tienen una banda de sujeción cruzada que se ajusta en la parte delantera de la rodilla para brindar soporte y estabilidad. Son recomendadas para los desgarros de ligamento cruzado anterior (LCA) y posterior (LCP).
Una rodillera de neopreno es un tipo de soporte para la rodilla hecho de neopreno, un material sintético de goma que es resistente y flexible. Se usa para proporcionar compresión y soporte a la rodilla, al mismo tiempo que ayuda a retener el calor y mejorar la circulación sanguínea en la zona.
Es especialmente útil para personas que padecen de lesiones o dolores crónicos en la rodilla, ya que ayuda a reducir la inflamación y el dolor al proporcionar una compresión suave pero efectiva en la zona. También puede ser útil para prevenir lesiones deportivas o mejorar la recuperación después de una cirugía o lesión en la rodilla.
La duración recomendada del uso de una rodillera elástica depende del tipo de lesión, la gravedad de la misma y la recomendación del profesional de la salud que la prescribe. En general, se utilizan para proporcionar soporte y compresión en casos de lesiones leves o moderadas, como los esguinces o distensiones musculares, y también se pueden usar para prevenir lesiones en actividades deportivas o de alta intensidad.
En algunos casos, puede ser utilizada durante todo el día, especialmente en el caso de personas que tienen una lesión crónica o una debilidad muscular. Sin embargo, en otros casos, puede ser recomendable usarla sólo durante ciertas actividades que requieren un mayor soporte, como correr o saltar.
La colocación de la rodillera de neopreno puede variar ligeramente dependiendo del modelo específico de la rodillera, pero aquí hay algunos pasos generales que se pueden seguir:
- Colóquese de pie con la pierna ligeramente flexionada.
- Deslice la rodillera por la pierna hasta que esté justo debajo de la rótula.
- Asegúrese de que la rodillera esté centrada en la rótula.
- Tire de la parte superior hacia arriba para que se ajuste bien alrededor del muslo.
- Ajuste la parte inferior para que quede ajustada alrededor de la pantorrilla.
- Asegúrese de que esté cómodamente ajustada, pero no demasiado apretada.
- Verifique que la rótula esté completamente cubierta.
- Ajuste la rodillera según sea necesario para asegurarse de que esté en la posición correcta y cómoda.
El uso de una rodillera puede ser necesario en una variedad de situaciones, tales como:
- Lesiones de rodilla: como un esguince de ligamento, una distensión muscular o una lesión en el menisco, puede ser necesario usar una rodillera para ayudar a estabilizar la rodilla y reducir el dolor.
- Prevención de lesiones: Si participa en deportes de alto impacto o actividades que involucran movimientos repetitivos de la rodilla, puede usar una rodillera para ayudar a prevenir lesiones.
- Artritis: Si tiene artritis en la rodilla, puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación, y mejorar la movilidad de la rodilla.
- Recuperación postoperatoria: Después de una cirugía de rodilla, su médico puede recomendar su uso para ayudar a estabilizar y proteger la rodilla mientras se recupera.
Una rodillera con barras laterales es un tipo de dispositivo ortopédico diseñado para proporcionar soporte y estabilidad a la rodilla. Está compuesta por una estructura de tejido y almohadillas que cubren la rodilla y las barras laterales que se extienden a lo largo de los lados de la rodilla.
Ayudan a limitar el movimiento lateral de la rodilla y proporcionan una estabilidad adicional para prevenir lesiones o daños adicionales. También pueden ayudar a mantener la alineación adecuada de la rodilla y prevenir lesiones de ligamentos.
La duración del uso de una rodillera puede variar dependiendo de la lesión y la recomendación del médico. En general, se utilizan durante la actividad física para proporcionar soporte y estabilidad a la rodilla y prevenir lesiones.
Si se utiliza para una lesión específica, como una lesión en los ligamentos, el uso puede ser recomendado durante un período de tiempo más prolongado, como durante semanas o incluso meses. En algunos casos, se puede recomendar su uso de forma continua durante el día, aunque esto también dependerá de la lesión y la recomendación del médico.
Estos son los pasos generales para colocar una rodillera ajustable:
- Comienza por asegurarte de que tienes la rodillera correcta para tu pierna. Suelen venir en diferentes tamaños para adaptarse a diferentes circunferencias de muslo y pierna.
- Siéntate en una silla o banco y colócala sobre la rodilla afectada, asegurándote de que la etiqueta del fabricante quede en la parte superior de la rodilla.
- Ajusta las correas superiores e inferiores para que la rodillera quede bien sujeta en su lugar. Las correas deben estar lo suficientemente apretadas para mantenerse en su lugar, pero no tan apretadas que limiten la circulación sanguínea o la movilidad.
- Ajusta el soporte para la rótula en la parte delantera. Este soporte debe estar alineado con tu rótula para proporcionar apoyo y protección adecuados.
- Si tiene una varilla o bisagra para mayor soporte y estabilidad, asegúrate de que esté colocada correctamente y que no cause molestias o roces en la piel.
- Por último, camina un poco con la rodillera puesta para asegurarte de que se siente cómoda y que no se desliza o se mueve fuera de lugar.
Una rodillera de compresión es un dispositivo ortopédico que se usa en la rodilla para proporcionar soporte y compresión. Está diseñada para envolver la articulación de la rodilla de forma ajustada y cómoda, aplicando una presión uniforme en toda la zona de la rodilla.
La compresión que proporciona la rodillera puede ayudar a aliviar el dolor y la hinchazón en la rodilla, además de mejorar la circulación sanguínea y reducir la inflamación. También pueden proporcionar estabilidad a la rodilla y ayudar a prevenir lesiones o a reducir el riesgo de que se produzcan lesiones en la articulación.
Están hechas de diferentes materiales, como neopreno, spandex, nylon y poliéster. Algunas rodilleras también pueden incluir elementos adicionales, como varillas de soporte, almohadillas de gel o correas ajustables para mejorar su efectividad y comodidad.
El uso de una rodillera depende de la situación y de las necesidades específicas de cada persona. En general, se puede usar en los siguientes casos:
- Para prevenir lesiones en la rodilla durante actividades físicas intensas o deportes de alto impacto.
- Para ayudar en la recuperación de una lesión o cirugía de rodilla, brindando soporte y estabilidad a la articulación.
- Para reducir el dolor y la inflamación en la rodilla debido a condiciones crónicas como la artritis.
- Para mejorar la estabilidad y la funcionalidad de la rodilla en personas con debilidad muscular o inestabilidad en la articulación.
La cantidad de tiempo que se debe usar una rodillera depende de la situación específica y de las necesidades de cada persona. En general, se recomienda seguir las instrucciones del médico o fisioterapeuta.
En algunos casos, se puede usar durante todo el día, especialmente si se está en proceso de recuperación de una lesión o cirugía de rodilla. En otros casos, se puede usar una rodillera solo durante actividades físicas intensas o deportes de alto impacto para prevenir lesiones.
La rodillera debe ajustarse firmemente pero no demasiado apretada. Debe proporcionar una compresión adecuada y apoyo a la rodilla sin restringir el movimiento o limitar la circulación sanguínea.
Para asegurarte de que tenga un ajuste adecuado, es importante medir la circunferencia de la rodilla y seguir las instrucciones del fabricante para elegir la talla correcta. Además, se recomienda ajustarla mientras estás de pie para asegurarte de que se ajuste correctamente cuando la pierna esté en posición vertical y soportando peso.
Si la rodillera está demasiado suelta, puede no proporcionar suficiente soporte y compresión a la rodilla. Si está demasiado apretada, puede limitar la circulación sanguínea y causar molestias o dolor.