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La cama es el lugar donde pasamos la mayor parte del tiempo por eso es muy importante elegir la más adecuada para tener una excelente comodidad.
Las camas articuladas son las ideales para conseguir un buen descanso, aunque tradicionalmente estas camas han estado ligadas a los centros de salud cada vez son más usuales en los hogares donde viven personas mayores, discapacitadas o encamadas.
Las camas articuladas para enfermos mejoran el descanso gracias a la regulación de la postura a través del mando que incorporan.
La mejor cama articulada dependerá de las características físicas de la persona que le va a dar uso.
Son ideales para personas con movilidad reducida que tengan inconvenientes para levantarse, pasan una gran parte del día en cama, muy prácticas para los cuidadores y los cuidados que practican. Una cama articulada con carro elevador es un accesorio que facilitará la hará la vida tanto al enfermo como a la persona cuidadora.
Una característica a tener en cuenta es elegir una cama articulada eléctrica y no manual. Si es eléctrica, la persona encamada puede adaptar su posición sin necesidad de ayuda externa.
Una cama con ruedas puede suponer una gran ventaja para el personal sanitario que podrán trasladar de forma cómoda al enfermo de una estancia a otra. Estas camas articuladas para enfermos deben tener un sistema para inmovilizar la cama y evitar desplazamientos inesperados.
La seguridad hay que tenerla en cuenta a la hora de escoger la mejor cama articulada. Algunas, incorporan barandillas, que si son abatibles, resultan mucho más cómodas, sobre todo para la persona cuidadora, ya que te permitirá curar, lavar y cambiar al paciente con más facilidad.
En cualquier caso, lo importante es mejorar la calidad de vida de la persona con movilidad reducida. En nuestra ortopedia online, Grupo R. Queraltó podrás encontrar camas articuladas baratas de la mejor calidad posible.
Los pacientes se merecen lo mejor no te arriesgues comprando camas articuladas de segunda mano que no te dan garantías y puede salirte más caras que una cama articulada nueva.
Las medidas de una cama articulada pueden variar dependiendo del modelo y el fabricante, pero en general, suelen tener las mismas dimensiones que las camas convencionales.
A continuación, se presentan algunas medidas típicas de las camas articuladas:
- Largo: Las camas articuladas suelen estar disponibles en longitudes de 190 cm, 200 cm y 210 cm.
- Ancho: El ancho más común para las camas articuladas es de 90 cm, aunque también hay modelos de 80 cm y 100 cm. También existen camas articuladas de matrimonio con anchos de 135 cm, 150 cm y 180 cm.
- Altura: La altura de las camas articuladas puede variar, pero generalmente están diseñadas para ser de la misma altura que las camas convencionales.
Es importante tener en cuenta que estas medidas son solo orientativas y que pueden variar según el modelo y el fabricante.
Es recomendable revisar las especificaciones del producto antes de comprar una cama articulada para asegurarse de que se adapta a las necesidades y requisitos específicos.
Las camas articuladas pueden tener diferentes alturas dependiendo del modelo y del fabricante. Sin embargo, en general, la altura de una cama articulada suele estar entre 40 y 60 cm desde el suelo hasta la superficie de descanso.
Es importante tener en cuenta que algunas camas articuladas pueden ajustarse en altura para adaptarse a las necesidades del usuario, especialmente aquellas diseñadas para personas con discapacidades o movilidad reducida.
La cama articulada es un tipo de cama que tiene la capacidad de ajustar su posición para satisfacer las necesidades individuales de cada paciente.
Por lo tanto, se utiliza en una amplia variedad de situaciones médicas y para diferentes tipos de pacientes, incluyendo:
-Pacientes mayores: Las camas articuladas son ideales para los pacientes mayores que tienen movilidad reducida y que necesitan ayuda para entrar y salir de la cama.
-Pacientes con discapacidades físicas: Las camas articuladas pueden ser utilizadas por pacientes con discapacidades físicas que tienen dificultad para moverse o cambiar de posición en la cama.
-Pacientes que se están recuperando de una cirugía: Las camas articuladas son comunes en los hospitales y centros de atención de rehabilitación, ya que pueden ser utilizadas por pacientes que se están recuperando de una cirugía para facilitar la movilidad y acelerar la recuperación.
-Pacientes con problemas respiratorios: Las camas articuladas también pueden ser utilizadas por pacientes con problemas respiratorios, como el síndrome de apnea del sueño, para elevar la cabeza y el torso y mejorar la respiración.
-Pacientes con problemas circulatorios: Las camas articuladas también pueden ser utilizadas por pacientes con problemas circulatorios, ya que pueden elevar los pies y las piernas para mejorar la circulación sanguínea.
En general, la cama articulada se utiliza para mejorar la comodidad, seguridad y calidad de vida de los pacientes que necesitan una cama ajustable para satisfacer sus necesidades individuales.
Al elegir un colchón para una cama articulada, es importante buscar uno que sea flexible y pueda doblarse sin dañarse. Aquí hay algunos tipos de colchones que pueden ser adecuados:
- Colchones de látex: son conocidos por su flexibilidad y capacidad para adaptarse a diferentes formas del cuerpo, lo que los hace una buena opción para una cama articulada. Además, los colchones de látex pueden ser duraderos y resistentes al desgaste.
- Colchones de espuma viscoelástica: pueden ser una buena opción para una cama articulada debido a su capacidad para adaptarse a diferentes formas y posiciones del cuerpo. Además, pueden ser bastante suaves y cómodos.
- Colchones de muelles ensacados: tienen resortes individuales cubiertos por una capa de espuma, lo que les permite doblarse y adaptarse a diferentes posiciones de la cama articulada. Además, estos colchones pueden proporcionar una buena distribución del peso y soporte.
- Colchones de aire ajustables: pueden ser una buena opción para una cama articulada, ya que permiten ajustar la firmeza y la suavidad para adaptarse a diferentes posiciones de la cama.
En general, es importante buscar un colchón que sea flexible y duradero, y que pueda soportar las diferentes posiciones de la cama articulada sin dañarse.
La capacidad de peso de una cama articulada puede variar dependiendo del modelo y del fabricante. En general, están diseñadas para soportar pesos entre 120 y 200 kilogramos.
Es importante revisar las especificaciones del modelo que se esté considerando para conocer su capacidad de peso exacta. También es importante tener en cuenta que la capacidad de peso de una cama articulada puede verse afectada por la calidad y la resistencia del colchón y la base de la cama.
La cama articulada es un tipo de cama que puede ser utilizada por una variedad de pacientes con diferentes necesidades de cuidado y de salud.
Estos son algunos de los pacientes que pueden beneficiarse:
- Personas mayores: pueden ser útiles para las personas mayores que tienen dificultades para levantarse de la cama o que necesitan cambiar de posición con frecuencia.
- Personas con movilidad reducida: pueden ser utilizadas por personas con discapacidades físicas o enfermedades que afectan su capacidad para moverse.
- Pacientes hospitalizados: son comunes en los hospitales y pueden ser utilizadas para pacientes que requieren monitoreo constante o que necesitan una posición específica para tratar una afección médica.
- Personas con dolores de espalda: pueden ser beneficiosas para las personas que sufren de dolores de espalda o que necesitan cambiar de posición con frecuencia para aliviar la presión en la columna vertebral.
- Personas con problemas de circulación: son útiles para las personas que necesitan elevar las piernas o los pies para mejorar la circulación sanguínea.
La altura de las camas articuladas puede variar según el modelo y el fabricante, y también puede ser ajustable en algunas camas. En general, tienen una altura similar a la de las camas tradicionales, que suele estar en el rango de 50 a 70 centímetros desde el suelo hasta la parte superior del colchón.
Sin embargo, algunas pueden ser más altas o más bajas para acomodar las necesidades específicas de los pacientes.